Si queréis conocer la ciudad más medieval, os aconsejamos seguir esta pequeña ruta llena de historia.

Comenzaremos el itinerario en la puerta de la Iglesia de Sant Martí, una de las siete puertas que daban acceso a la antigua ciudad medieval, adosada a la fachada de esta iglesia. En este punto, os recomendamos entrar a ver la iglesia, una de las construcciones románicas más emblemáticas de la ciudad.

De aquí nos dirigiremos hacia La Panera, un edificio de los S. XII y XIII, denominado antiguamente El Almudín. Este lugar era la lonja de contratación de la ciudad y el epicentro de todo tipo de transacciones comerciales. Actualmente es un centro de arte y cultura que conserva en su interior las columnas de la época medieval.

Continuando la bajada hacia el río, pasaremos por la calle Cavallers, que antiguamente limitaba las parroquias de Sant Llorenç y Sant Andreu. Subiendo de nuevo llegaréis a la Plaza Ereta, una popular situación que comunicaba la ciudad alta con la plana.

A mano izquierda continuaréis hasta llegar a la Iglesia de Sant Llorenç, el segundo templo más importante después de Ciudad Vella. A su lado se encuentra la calle de la Palma, donde se sitúa actualmente la plaza del Almodí, donde se daba lugar el mercado de los sarracenos.

Muy cerca de allí se dispone el Antiguo Hospital de Santa María, una visita que merece la pena hacer para ver su patio interior. Desde ahí podéis acercaros a la Capilla del Peu del Romeu, dedicada a Sant Jaume y levantada en el S. XV.

Finalmente, podéis terminar la ruta en el Palau de la Paería, o lo que es lo mismo, el Ayuntamiento de Lleida.