Vitoria es una ciudad modesta, tapada por la sombra de Bilbao y San Sebastián, pero que ofrece una riqueza turística que nada tiene que envidiar a otras ciudades.
Un buen ejemplo de sus atractivos turísticos es su centro medieval, uno de los mejores conservados de España. Está rodeado por una muralla del S. XI y conserva casi intactos edificios del S. XV y anteriores.
Destacan también sus Palacios, como el de Bendaña y Escoriaza-Esquivel, dos ejemplos de estructuras renacentistas o el de Agustín-Zulueta.
Estos últimos años la ciudad ha ido creciendo, rodeándose de barrios nuevos, pero sin olvidar su riqueza natural.