Comenzamos la ruta en la torre Alval Fáñez de Minaya, junto a los jardines del Palacio del Infantado y el parque de la Huerta de San Antonio. Utilizada en la actualidad como centro de interpretación del escudo de armas de Guadalajara, esta torrecita pertenece a la antigua muralla que rodeaba la ciudad medieval.
Subiendo por la calle del Ejército, llegaremos al Palacio del Infantado, uno de los edificios más famosos por su peculiar arquitectura. Creado por el arquitecto Juan Guas, esta peculiar construcción llama la atención por su innovación, y donde no podéis dejar de visitar su Patio de los Leones, las salas de las Batallas y de Atalanta, así como su museo.
Cogiendo la calle de Madrid, bajamos hasta la Iglesia de los Remedios. De estilo renacentista, se ha convertido en un auditorio de música.
Siguiendo por la misma calle nos encontraremos con el Alcázar Real, o más bien, los restos que quedan de él. Posiblemente no podréis pasar a verlo de cerca pero podréis asomaros y ver parte de sus ruinas.
Volviendo sobre vuestros pasos, por la calle Teniente Figueroa, daréis con la Iglesia de Santiago Apóstol, donde merece la pena visitar las capillas de la Epístola y del Evangelio.
En esa calle, un poco más adelante, podréis ver el convento de la Piedad y el Palacio de Antonio de Mendoza, en el que destaca su patio interior.
Dando la vuelta, llegaréis al Palacio de Dávalos, edificio que alberga la Biblioteca Municipal. Si tenéis tiempo os recomendamos pasar a verla porque su interior es realmente bonito.
Si bajáis por la calle Doctor Mayoral, podréis ver el Santuario de Nuestra Señora de la Antigua, donde destaca su fachada neogótica y su ábside mudejar.
Finalmente podéis acabar en la Plaza Mayor donde se encuentra el Ayuntamiento y tomar un aperitivo en alguna de sus terrazas.
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