Registra una caída del 14% desde el año 2000, y tan solo 10 de los 248 municipios que posee la región han ganado población en estos años.
La provincia de Zamora es la más castigada por el éxodo rural en relación a su tamaño, pues desde el año 2000 ya son 28.920 habitantes los que han cambiado de residencia. Los últimos datos del INE indican sitúan el nivel de población por debajo de 175.000 habitantes. Zamora se coloca como líder en provincias con pérdidas de población en los últimos 18 años, y no es la única región castellanoleonesa en una situación parecida, pues 5 de sus territorios ocupan también los primeros puestos, solo se salvan Segovia, Valladolid y Burgos. La situación es poco esperanzadora porque tan solo 10 municipios de los 248 que componen la provincia zamorana, ganan población. Esta información ha sido aportada por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE).
El mayor crecimiento lo ha registrado la localidad de Benavente con un aumento de 1.332 habitantes y le siguen Roales (+531), Moraleja del Vino (+531), Monfarracinos (+392), Villaralbo (+241) y Arcenillas (+100), como municipios que registren una subida de cierta relevancia. Destaca Roales por registrar la mayor subida, más del doble de la población de antaño, pasando de 392 habitantes a 923. En el resto de la provincia es un desangramiento constante siendo Zamora capital la más afectada, con un descenso del 5% en la población en relación al año 2000. Otros municipios como Toro, Fonfría, Santibáñez de Vidriales o Fermoselle se encuentran en una situación parecida a la capital.
A nivel más nacional podemos observar dos tendencias bastante obvias. Por un lado, Zamora y otras provincias de la zona noroeste pierden población a un ritmo vertiginoso. Por otro lado, las provincias costeras (sobre todo Cataluña y Comunidad Valenciana) y centrales del país crecen, particularmente Guadalajara (54%), hecho que se explica fácil dada su cercanía a Madrid.