La gastronomía de la provincia de Ávila destaca por sus excelentes carnes de vacuno, particularmente la procedente de su raza autóctona llamada carne avileña. Las carnes de cerdo, productos derivados de matanza y las legumbres, complementan la oferta y constituyen sus ingredientes más preciados de la mayoría de sus platos. Platos que son de cierta robustez debido al frío clima que tiene la provincia en los meses de invierno. Si vas a visitar Ávila estos son los manjares que, a nuestro juicio, no te puedes perder:
1. Chuletón de Ávila
Es uno de los platos más icónicos de la provincia abulense, pudiendo ser la carne de Buey, Vaca o Ternera y siendo verdaderamente lo importante, que pertenezca a la raza avileña-negra. Es un filete de hasta un kilo, que destaca por ser sabroso y tierno. No tiene mucho secreto a la hora de cocinarlo, pues basta con hacerlo a nuestro gusto en una parrilla. Suele servirse acompañado de patatas y lechuga en una tabla, debido al tamaño del mismo.
2. Patatas revolconas
Se las conoce también como patatas meneás y constituyen uno de los platos de la cocina abulense más representativos, aunque no exclusivo, pues se comparte con regiones como Extremadura y Salamanca. Plato de origen humilde, popular entre los trabajadores agrarios y como tapa de bar. El resultado es un plato lleno de contraste que consiste en un puré de patatas con pimentón, ajo y torreznos crujientes.
3. Judiones del Barco de Ávila
Lo primero que llama la atención de estas judías secas con origen en el suroeste de la provincia abulense, más concretamente en la localidad de Barco de Ávila, es su gran tamaño y color blanco. Los ingredientes que suelen acompañar a los judiones son costillas adobadas, panceta, chorizo, morcilla, cebolla, ajos y laurel. Estos judiones son IGP desde 1989 y que confieren un sabor especial al cocido, siendo muy habitual consumirlos durante el invierno.
4. Cocido Morañego
Es uno de esos platos que pasa muchas veces desapercibido en la gastronomía abulense. Sus ingredientes principales son los garbanzos de la Moraña de Arévalo , tocino de cerno y verduras de la región principalmente, aunque también puede verse con pan de pueblo tostado. Se elabora utilizando una olla de barro y con el fuego bajo. Es un plato contundente, típico entre campesinos y que funciona como un buen remedio para combatir la pelona invernal abulense.