Completo fin de semana de senderismo con Villamalea y Chinchilla de Montearagón como protagonistas

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Este sábado, día 29 de febrero, y domingo, 1 de marzo, tuvieron lugar dos nuevas pruebas de VII edición de las rutas de senderismo que ha vuelto a organizar la Diputación Provincial de Albacete, con 42 citas programadas, para promocionar tanto el turismo, como el deporte y la cultura de nuestros pueblos. Tras el éxito de las siete anteriores los senderistas se desplazaron hasta la comarca de La Manchuela y la de Monte Ibérico-Corredor de Almansa, para recorrer por Villamalea y Chinchilla con paisajes distintos y atractivos.

El sábado se celebró la octava, denominaba “RUTA PR-AB 40 -Cueva de los Ángeles”, con una dificultad técnica media, un recorrido circular de algo más de 13 kilómetros de distancia, cuatro horas de duración y con salida a las 9:00 de la mañana a unos tres kilómetros de Villamalea, desde la fuente de San Antón, junto a la ermita con el mismo nombre, un lugar muy bien acondicionado, donde se celebra la romería el día de San Isidro.

En Villamalea existen tres senderos circulares, señalizados y homologados y esta ruta está englobada en uno de ellos. Discurre por el amplio valle del Cabriel, zona declarada como LIC (Lugar de Interés Comunitario) y ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves).

Comenzaba el día soleado y un poco más tarde de las nueve de la mañana arrancaban la marcha, entre olivos y almendros ya en flor y por la rambla de San Antón, pasando por unas huertas abandonadas dirección a la Cueva de los Ángeles viendo un embalse y antes varios tollos, que son una depresión u hondonada del terreno en zonas de carácter cárstico o de otro tipo, habitualmente formada por el paso del agua, como es el caso.

Al fondo se puede contemplar la amplitud del valle del Cabriel, así, llegaron al acceso, por unas escaleras, que les llevarían a la Cueva de los Ángeles, una zona con gran vegetación, con una inclinación importante, al final del cual hay un verdadero paraíso, la encantadora Cueva de los Ángeles, un lugar impactante y precioso, con gran cantidad de vegetación que con su verdor, la roca y el brillo del agua, hace un rincón maravilloso. Una zona conocida en toda la comarca, con su cascada, tollo… Este es un lugar muy sensible que entre todos debemos preservar.

Siguió la ruta junto a la rambla, llegaron enseguida a Los Benitillos, coqueta y cuidada aldea-huerta donde podríamos pedir una casa para pasar unos días con amigos o la familia, aprovechando este acogedor espacio para almorzar y probar los ricos mantecados que hacen en el pueblo, cortesía del ayuntamiento de Villamalea.

Retomaron la marcha hasta llegar a los restos de dos molinos hidráulicos harineros, y donde antiguamente ayudados por una pequeña presa y aprovechando el desnivel, el agua hacia mover las dos grandes piedras que molía el grano y lo convertía en harina. Desde aquí comienza una preciosa senda por la Rambla del Agua, con gran vegetación típica de la reserva natural de las Hoces del Cabriel y gran cantidad de pequeños tollos.

Subieron hasta llegar al Huerto Urraco, un vivero forestal de especies ibéricas, donde pudimos disfrutar de un entorno encantador. Un poco más adelante por la carretera en la que al lado de ella pudieron contemplar Las carriladas, que son unas huellas en las rocas, hechas por el continuo paso de las ruedas de los carros. Son de la época tardo-romana y nos indican que esta zona desde hace mucho tiempo ha constituido un lugar de paso y comunicación entre Castilla, Levante y Andalucía.´

También se encontraron con restos de construcciones del inacabado ferrocarril de la línea Baeza-Utiel paralizado en 1934, hasta llegar con un poco de aire a la ermita de San Antón donde comenzaron.

Después de la comida visitaron las fantásticas instalaciones de “Naturvilla” empresa productora de champiñón.

Ya el domingo, día 1 de marzo, en Chinchilla de Montearagón, se celebró la novena de las rutas. Se denominaba “Ruta Sierra Procomunal”, en una sierra que está dentro del Catálogo de Utilidad Pública de la Provincia de Albacete y que es propiedad al 50% entre los ayuntamientos de Albacete y Chinchilla. Abarca los términos municipales de Chinchilla, Higueruela y Hoya Gonzalo. Está gestionada por el Consorcio Sierra Procomunal Albacete-Chinchilla, una ruta circular, de dificultad media, 16 kilómetros de distancia y unas cinco horas de duración.

Tras el saludo de Francisco Morote Alcaraz, alcalde del municipio, y la foto de familia de rigor, comenzaba la ruta desde la “Plaza de Santo Domingo” por la “Calle Cachivache”, en la que se encuentra una fuente muy apreciada por los vecinos de la localidad, un poco más adelante pasarían por debajo de la mina de agua que la abastece. Continuaron subiendo por la “Calle Paraíso” para ya abandonar el casco urbano y adentrarse por una de las puertas que da acceso a la “Sierra Procomunal de Albacete y Chinchilla”.

Atravesaron la carretera que sube a las “antenas de Chinchilla” y ascendieron por una senda por un pinar que pasa por “La Cueva Cristalina”, una pequeña aunque bonita cueva cubierta por frondosos pinos hasta llegar al collado que les sitúa en la cresta del “Cerro de San Cristóbal”, donde pudieron disfrutar de una buena panorámica de la localidad. Continuaron hacia el Este para pasar por debajo de una de las dos antenas que coronan el cerro, siguiendo una senda en bajada que les llevaría a la antigua “granja de las perdices del ICONA” continuando por un sendero que va circunvalando la misma y no la dejarían hasta llegar al área recreativa de “las barbacoas”.

Siguieron después hasta llegar a desembocar en el carril que les llevará hasta el Cuco restaurado y más allá el Bosque de las palabras, un lugar donde hay banderas con frases escritas y está inspirado en la tradición tibetana de colgar mensajes positivos para que el viento difunda sus buenas vibraciones. Un poco más arriba está el mirador de la Sala, un mirador con maravillosas vistas y lugar donde se contempla a la gente que vuela en parapente, ya que hay una pista para este fin.

Desde allí bajaron por la Rambla del Agua hasta el “Refugio de la Casa del Agua”, de excursionistas, una casa de piedra en lo alto de una loma, donde les esperaba un contundente almuerzo a la lumbre, cortesía del Ayuntamiento de Chinchilla y el Consorcio Sierra Procomunal.

Continuaron por una pista que va por la cima bajando hacia un cauce seco y comenzaron a subir una pronunciada cuesta hasta el “Corral de la Matuja”. Cogieron una senda que asciende hasta llegar a unos balcones naturales, que fueron formados por la fractura que produjo la orogenia Alpina y que elevó el fondo marino del “golfo de Albacete”. Mirador natural con unas espectaculares panorámicas de “Los Llanos de Albacete”.

Un poco más adelante, contemplaron el “Cerro de San Blas”, en el que está construida la Chinchilla medieval, coronado por el imponente castillo que en horas nocturnas parece el “faro de La Mancha”, divisándolo a larga distancia, gracias a su recuperada iluminación que lo sitúa en una de las mejores rutas de castillos hacia la costa levantina. Llegaron al “Portichuelo” que habían divisado antes y bajando unos pocos metros hacia el oeste sale una senda a la izquierda de su camino que va por encima del “Paraje de San Miguel” hasta llegar a “los escalones”. Un cuco les avisaba que llegaban a la “Era del Ataúd”, un enclave que da la posibilidad para realizar multitud de rutas por la sierra, ya que hacia allí confluyen numerosos caminos que pueden hacer en cualquier época del año, aprovechando las señalizaciones que ha dispuesto la “Sierra Procomunal de Albacete y Chinchilla”, para el disfrute de los visitantes.

Por senda llegaron al “Pozo del Petróleo”. Un lugar donde una empresa petrolera realizó una prospección ya que, parecía que cabía la posibilidad de encontrar el tan deseado “oro negro” en la zona, dejando alguna construcción y un pozo tapado donde se hizo la exploración.

Siguieron hacia el poniente por una senda que les llevará a la cara más occidental del Cerro de San Cristóbal que les da la ocasión de admirar desde un punto de vista general muy cercano a Chinchilla de Montearagón. Continuando la senda llegarían a la puerta de la sierra donde empezaron la ruta y andando por las calles del “barrio del cerro” volverían al punto de salida, la Plaza de Santo Domingo.

Dos impresionantes rutas, en dos entornos distintos, con rincones por descubrir las maravillas que esconden nuestros pueblos, y que hizo disfrutar a los cien participantes de esta actividad, y que tanto éxito ha tenido en anteriores ediciones, organizado por la Diputación Provincial de Albacete.

La siguiente cita será el domingo 8 de marzo, en Madrigueras. Una prueba denominada “Ruta por las orillas del Júcar”, circular, de una dificultad media, 15,5 kilómetros de distancia y unas cinco horas de duración.