Desde Turismo Activo os deseamos que paséis una navidad feliz, emocionante y llena de planes y curiosidades que podáis conocer y realizar. Por ello, os traemos 5 tradiciones que no son tan conocidas y que se realizan durante estos días festivos en los que solemos reunirnos con nuestras familias, amigos y seres queridos.

La Viajanera (Silió, Cantabria)

Es considerado el primer carnaval del año en  España, que sirve para dar la bienvenida al nuevo año y ahuyentar a los malos espíritus del año viejo. Se celebra el primer domingo de enero, y cuenta la leyenda que los orígenes de esta tradición se remontan a Altamira, donde los ancestros de la gente que allí vive pintaban en las cuevas las escenas que se pueden ver durante esta tradición, en la que todos se disfrazan. El oso es el personaje que encarna el mal, y la muerte de este pone fin a la fiesta, simbolizando la victoria del bien sobre el mal y se realizan los deseos y buenos propósitos del nuevo año.

El Arrastre (Algeciras, Cádiz)

Esta tradición consiste en atar un montón de latas a unos cordones, que después los niños arrastrarán por el centro de la ciudad para formar alboroto. La razón de esto viene de la leyenda que cuenta que en Botafuegos, un monte cercano, vivía tiempo atrás un gigante, el cual generaba una nube gris en la víspera de reyes, que cubría la ciudad, impidiendo que los reyes pudieran ver las casas donde vivían los niños. Por tanto, los niños se encargan cada año de ahuyentar al gigante con ruido, para que este no interfiera y los reyes no tengan ningún problema cuando lleguen para entregar sus regalos.

Olentzero (Navarra, País Vasco)

Digamos que, en el País Vasco y parte de Navarra, cuentan con su propia versión de “Papá Noel”, y es que en la noche del 24 de diciembre, el Olentzero, un carbonero inteligente y bonachón, baja de los montes al terminar de trabajar y baja por las chimeneas de las casas, dejando regalos, tras enterarse de la noticia del nacimiento de Cristo. Este personaje tan popular en el norte de España es conocido también por su afición por el vino y la buena comida, y se comenta que el origen de esta festividad viene de la celebración del solsticio de invierno.

El Blanco (El Ballestero, Albacete)

Esta tradición consiste en que un vecino del pueblo, se viste completamente de blanco, como símbolo de pureza, y deambula como un ánima muda por las calles del pueblo tocando una campanilla, para despedir y proteger a las almas que nos han dejado. Además, durante su recorrido va recogiendo limosna, la cual antiguamente se repartía entre los más pobres del pueblo y hoy en día se dona a una ONG. Se produce cada 28 diciembre, y su origen se remonta al s. XVII.

El Caga Tió de Nadal (Cataluña, Aragón)

Esta tradición consiste en un tronco al cual se le decora pintándole unos ojos, unas cejas, se le añade una nariz, y dos patas delanteras, además en la parte superior se le pone una barretina típica catalana y se le viste con una manta, normalmente roja. La tradición marca que tras la cena de Nochebuena y antes de acudir a la “Misa del Gallo”, las familias se ponen alrededor del Tió, al cual se le golpea con un bastón, mientras se cantan canciones populares. Debajo de la manta aparecían regalos y caramelos que el Tió “cagaba”, en algunas casas el tió era quemado unos días antes de la llegada de navidad, pero poco a poco esa costumbre desapareció poco a poco, y los niños ahora solo lo golpean.