Ruta por la ciudad
Tomaremos como punto de partida la calle Larios, el centro del comercio de la ciudad, hasta llegar a la Plz. de la Constitución, el corazón del centro histórico de Málaga y el sitio perfecto para desayunar. Una vez allí, podéis visitar el Palacio de Villalón (Siglo XVI), sede del Museo Carmen Thyssen Málaga, (calle Compañía) que expone una colección permanente de más de 200 obras de artistas españoles del siglo XIX, especialmente centrado en la pintura andaluza.
Cuando acabéis, nos dirigiremos hacia la Catedral, a la cual la denominan «La Manquita» debido a la falta de una de sus torres. Allí también podréis visitar el Museo Catedralicio. Frente a la Catedral, tenéis la plaza del Obispo y el Palacio Episcopal (1762), bellísimo ejemplo de la arquitectura barroca malagueña.
Saliendo por la parte sur de la Catedral, iremos directos al punto clave de la visita, la Alcazaba y el Teatro Romano, construida en un enclave privilegiado sobre la ciudad. Si queréis subir al Castillo, la mejor forma de hacerlo es mediante el transporte público (línea 35). Si tenéis tiempo os recomendamos hacerlo.
Volviendo hacia el centro histórico, tomaremos la calle Alcazabilla para llegar a la Iglesia de Santiago, construcción del S. XV en estilo gótico mudéjar y lugar donde fue bautizado el mismísimo Picasso. Y, hablando de él, la próxima parada será el museo destinado a este ilustre pintor.
Bajaremos ahora hacia la zona del puerto, a la Plaza de la Marina para coger el Paseo del Parque, el cual conecta el casco histórico con la zona este de la ciudad y el paseo marítimo. En este enclave podréis encontrar edificios destacados como el antiguo edificio de Correos de estilo neomudéjar, actual sede del Rectorado de la Universidad de Málaga, el Banco de España de estilo neoclásico y el propio Ayuntamiento de Málaga de estilo neobarroco.
Al llegar al final del paseo giraremos y bajaremos por el Paseo del Muelle Uno hasta llegar a La Farola, otro de los puntos de obligada visita en la ciudad y símbolo por excelencia de Málaga.
Finalmente, podéis terminar la visita en el Centro Pompidou para maravillaros con sus obras.