Comenzaremos la visita en la Plaza Circular, una enorme rotonda acomodada a modo de parque. En ella se ponen las barracas del Bando y es un lugar de esparcimiento para los murcianos.

Justo al lado se encuentra el edificio de la cárcel vieja, hoy rehabilitado como mercado gastronómico que invita al turista a degustar los productos de la huerta.

Cogeremos el Paseo Alfonso X el Sabio para adentrarnos en el casco antiguo. A mano derecha os encontraréis con el Museo de la Arqueología, os recomendamos pasar a visitarlo.

Siguiendo el paseo llegaremos a uno de los puntos neurálgicos de la ciudad, la Plaza de Santo Domingo. Este es el lugar perfecto para sentarse en sus terrazas y disfrutar del buen tiempo y el sol.

Nos desviaremos un momento hacia la izquierda para visitar la Universidad, cuyo patio interior es una visita obligada. El edificio se encuentra en la Plaza Universidad, donde la estructura de columnas junto con la fachada del edificio dan una vista preciosa.

Volviendo hacia la plaza de Santo Domingo, nos adentraremos ahora por el pequeño arco que hay a la derecha que nos adentrará en la Plaza Julián Romea. Allí, como su nombre indica, se encuentra el Teatro Romea, de curiosas leyendas, y el Palacio Vinader.

Saldremos por una de las callejuelas de enfrente del teatro para coger la calle Trapería, una de las arterias principales de la ciudad y la zona comercial del centro. Esta nos llevará directamente hasta la Catedral. Cuando os topéis con ella, rodearla hacia la derecha para encontrar su fachada principal, una de las más bonitas de España. No dejéis de visitar su interior. En la misma plaza, se encuentra el Palacio Episcopal.

Nos adentraremos por la estrecha callejuela que hay al lado del Palacio para llegar al río y el Ayuntamiento. Asomaros por el puente del río para ver la gran sardina que hay en su interior.

Caminando hacia la zona del Malecón, nuestra próxima parada será el Almudí, cuyo interior debéis visitar. Unos pocos metros más adelante os toparéis con los restos de la muralla árabe.

Por último terminaremos la ruta en la Plaza de las Flores, el lugar ideal para comer. Si queréis conocer también la zona comercial, os recomendamos salir hacia la Gran Vía por la calle Sta. Catalina y adentraros después por la calle Platería para perderos por las callejuelas del casco antiguo.