La última semana de junio, la ciudad de Segovia cambia su carácter histórico y le da la bienvenida a la fiesta y la alegría. Las calles se llenan de desfiles de gigantes y cabezudos, verbenas, actuaciones musicales y actividades para todos los públicos.
La noche más corta del año comienza con la mágica hoguera de San Juan y termina al alba en la ermita de Juarrillos, donde la tradición marca que hay que ir a ver salir el sol.
También destaca su concentración de coches clásicos, toda una delicia para los amantes del motor.