Empezaremos la ruta en la Iglesia de San Lázaro, iglesia románica con adornos góticos y barrocos.

Siguiendo la calle Burgos llegaremos al Teatro Principal y justo enfrente tenéis el Monasterio de Santa Clara. Más adelante tenéis la Diputación Provincial, un fantástico edificio de arte ecléctico.

Bajaremos hasta llegar al cruce con la calle Mayor, en la que se encuentra la Oficina de Turismo por si queréis pedir información detallada de la ciudad. A mano izquierda se encuentra el Casino de Palencia, el cual albergó tiempo atrás las Cortes de Castilla y el Ayuntamiento.

Si seguís recto llegaréis a la Iglesia de Nuestra Señora de la Calle, también conocida como Iglesia de la Compañía de Jesús. De ella destaca su retablo mayor y la gran cúpula.

De aquí podéis dirigiros a la Plaza Mayor, el momento ideal para tomar algo en alguno de los numerosos bares y cafeterías que alberga.

Tras este pequeño tentempié seguiremos hasta lo que fue el Monasterio de los Franciscanos, el que fue uno de los más grandes del reino.

Volviendo un poco sobre nuestros pasos nos dirigiremos a la verdadera joya de la ciudad, la Catedral. No os podéis ir sin visitar su fascinante interior. Impresiona la altura de sus naves y sus ventanales y llaman la atención sus gárgolas.

Bajando por la calle Mayor Antigua y caminando casi al lado del río, llegaremos a otra de las iglesias más bonitas de la ciudad, la de San Miguel. Se trata de una Iglesia fortaleza cuya torre desentona con el resto de la estructura pero que se trataba de una torre para defender la ciudad por el lado del río.

La ruta llega aquí a su fin, pero os recordamos que no podéis marcharos de la ciudad antes de visitar el Cristo de Otero y sus inmejorables vistas.

¡Qué disfrutéis del viaje!