Salamanca es una ciudad preciosa, llena de cultura y secretos que te invitamos a descubrir.

Comenzaremos la visita por la Plaza Mayor, pasea tranquilamente por las terrazas y fíjate en sus balcones. Allí tenéis también la fachada del Ayuntamiento en la que destaca su reloj. En las cornisas de los arcos fijaos en sus medallones, representantes de la dinastía borbónica y personajes ilustres de la ciudad.

Saliendo por la calle del Corrillo llegaremos a la Casa de las Conchas, uno de los palacios más emblemáticos de la ciudad. Te llamará la atención su fachada decorada con cientos de conchas, símbolo de la familia Pimentel. Hoy en día es una biblioteca de acceso gratuito. Te invitamos a pasar y disfrutar de su maravilloso patio, su techo de madera y sus maravillosos arcos.

Justo al lado, veréis la Iglesia de la Clerecía, edificada por la Compañía de Jesús. En estilo barroco destaca la escultura superior de su fachada dedicada a la reina Margarita de Austria.

Unos metros más adelante tenéis la famosa Universidad de Salamanca, con sus escuelas mayores y menores (no dejes de ver el Cielo de Salamanca). En este punto, además de visitar su interior y su imponente biblioteca, te proponemos el reto de intentar encontrar la famosa rana de su fachada (te damos una pista, se encuentra encima de una calavera).

Al lado de la universidad encontraréis las Catedrales, una al lado de la otra. Visitar ambas es algo imprescindible, además de subir a sus torres medievales a través de la exposición Leronimus.

Siguiendo la calle Tostado, veréis edificios como el Palacio de Anaya, hasta llegar al Convento de San Esteban. Destaca su portada, uno de los mayores exponentes del plateresco y la escalera de su interior. Justo enfrente también podréis ver el Convento de las Dueñas.

Bajaremos ahora hacia la zona del río para terminar la visita hasta llegar al Huerto de Calixto y Melibea. Disfrutar allí de sus maravillosas vistas y disfrutar de su calma. Si queréis desde allí podéis visitar La Casa de Lis y bajar al Puente Romano.